miércoles, 6 de noviembre de 2013

Leishmania - conociendo la enfermedad.

Buenos días a tod@s!

Hoy vamos a hablaros de la Leishmaniosis canina, una enfermedad con la que el perro tiene que luchar de por vida si la contrae, así que os explicaremos en qué consiste y todas las claves para evitarla y, si no es posible evitarla, mantenerla a raya.

Publicaremos en el blog en dos partes así que tened paciencia, no es que lo hayamos dejado incompleto.


Antes de hablar de la enfermedad conocida como Leishmaniosis, y siempre refiriéndonos a la padecida por los perros, vamos a presentar al agente patógeno que la produce. Este agente es un parásito, más concretamente un protozoo llamado Leishmania Infantum. Es un parásito muy extendido por toda la cuenca Mediterránea, ya que el clima es óptimo para su desarrollo y el de sus hospedadores. Aclaramos, antes de seguir, para el que no lo sepa que hospedador es aquel ser vivo en cuyo interior algún parásito pueda completar alguna fase de su ciclo biológico. El parásito vive dentro del hospedador.

Como decíamos, antes de la aclaración, está extendido por toda la cuenca Mediterránea. En España concretamente algunos estudios afirman que entre el 7 y el 35% de la población canina está infectada. Parece ser que la provincia con más casos es Málaga, llegando al 35% citado anteriormente. En la Comunidad de Madrid, la seroprevalencia canina de Leishmaniosis es de un 8% aproximadamente. (*)

La lucha contra la Leishmania en nuestro país empezó allá por 1983… hace tiempo ya… tanto que algunos en esa época todavía nos desplazábamos a gatas. En este tiempo se ha avanzado mucho en el tratamiento y en la prevención y el control de la enfermedad.

Alguno a estas alturas de la lectura se preguntará: ¿Y por qué si la enfermedad la causa un parásito protozoo me dicen siempre que tengo que proteger a mi perro contra el “mosquito de la leishmania”? Esto es debido a que el protozoo llega al cuerpo del perro a través de la picadura de un mosquito. Utiliza al mosquito como transporte de animal a animal, y además dentro del mosquito sufre ciertas transformaciones que aumentan su capacidad invasiva. Posteriormente hablaremos del ciclo de infección y lo presentaremos con un sencillo gráfico aclaratorio.

Para tener claro contra quién nos enfrentamos en esta lucha preventiva vamos a conocer al enemigo.

En primer lugar hablaremos del mosquito, el vector de transmisión. En España se han descrito 12 especies de mosquitos Phlebotumus, pero solo Phlebotomus Perniciosus y Phlebotomus Ariasi, son los transmisores de leishmaniosis en España. Se desarrollan en zonas con humedad, materia orgánica, temperaturas suaves y poca luz. Las zonas próximas a ríos y costeras son óptimas para ellos.

Como casi todos los insectos habitan en zonas con acceso difícil para sus depredadores. En oquedades y acúmulos de madera o escombros, y próximos a animales de cuya sangre se alimentan. Así una concentración elevada de animales y de materia orgánica puede sustentar a una mayor comunidad de mosquitos.
Los mosquitos, como todos sabemos, son estacionales. En verano hay una mayor cantidad incordiándonos con sus zumbidos y picotazos y en invierno pasan a mejor vida dejándonos en paz.
Así de mayo a octubre tienen su apogeo (en zonas más cálidas de marzo a diciembre) y sobre todo por la noche.

Algunos organismos públicos establecen protocolos de control de Leishmaniosis Canina en los perros callejeros en abril y noviembre. Para luchar contra los mosquitos tenemos algunas recomendaciones básicas y lógicas pero no por ello menos efectivas que otras:
  • Mosquiteras
  • Eliminar materia orgánica –basura y hojarasca-
  • Trampas eléctricas
  • Spay insecticida en la casa, las zonas de descanso del perro y zonas de riesgo (leñeras, composteras, etc.).

En segundo lugar hablaremos del parásito, que es el verdadero enemigo. No vamos a entrar en tecnicismos, ya que no es mi intención aburriros y en la red y en los libros hay multitud de publicaciones que hablan de ello. Simplemente vamos a decir que estos parásitos una vez llegan a la piel a través de la picadura de un mosquito infectan células del sistema inmunitario y las utilizan para multiplicarse y diseminarse por el torrente circulatorio. La velocidad de su diseminación y multiplicación depende de muchos factores, como la temperatura y el pH, por lo que es difícil establecer un periodo de incubación determinado. Puede darse el caso de un perro infectado por el parásito pero que nunca llegue a desarrollar la enfermedad. Esto puede ser debido a una eficaz respuesta inmune por parte del perro o por un diagnóstico temprano y control de la enfermedad.

Como resumen y presentándonos nuestro gráfico, diremos que el parásito en el cuerpo del perro sufre una serie de transformaciones. Un mosquito (hembra, que son los que pican) pica al perro y adquiere el parásito. En el mosquito el parásito se desarrolla y transforma hasta que este mosquito pica a otro perro y comienza el ciclo de nuevo. El ciclo es de duración variable y puede llevar de 4 a 20 días.


Ahora ya conocemos a los enemigos. Os dejaremos meditando sobre ello y en la próxima entrada hablaremos de su diagnóstico y control.


continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario